A SANTA TERESA



A SANTA TERESA DE ÁVILA
(EN EL QUINTO CENTENARIO DE SU NACIMIENTO)

Arcilla entre sus manos:
el divino alfarero te alojó en su morada.
Tú, paloma de pluma enamorada,
te adentraste en el místico sendero.

Santa de sencillez y del esmero;
Teresa, caminante sin llegada,
con tu oración callada.
De santidad y letras un granero.

En sayales, doliente,
enjugabas sudores de tu frente,
no sentías el frío.

Tu labor incesante
es presente gozoso y palpitante,
de actualizado brío.

María Bote

PALABRA DE SINDEL (OLVIDO)



LUZ SOBRE OLVIDO

No acampará la luz en el olvido,
cuando todo termine
y  la esperanza errante busque nido.

Entre brumas,  los sueños,
persiguen la ilusión y su latido,
los pudorosos labios,
mudas fuentes, sin risa ni quejido.
Sobre la piel ajada
       se alojará un matiz incomprendido.

En la callada sombra
suena un eco perenne y redimido.
si el odio no germina
ha de volver la luz sobre el olvido.

    María Bote

LOS PINCELES DE LAS ROSAS



                  LOS PINCELES DE LAS ROSAS
(sextilla)

                  Primorosa y altanera
con su mantón oloroso;
se escucha por la ribera
su canto más fervoroso
y mi alma en su quimera
siente su aliento gozoso.

Un rumor de augustas fuentes
acompañado de flores,
en alud por las pendientes,
vestido de mil colores.
Las arboledas sonrientes
se engalanan de verdores.

Huye la melancolía
del repentino esplendor,
romero de la armonía.
Los soles con su clamor
prenden en el mediodía
broches de luz y calor.

Los pinceles de las rosas
pintan azules mañanas
y fugaces mariposas.
Con su tañer las campanas
me llamarán clamorosas;
yo les abro mis ventanas.

María Bote

Homenaje a la primevera que, en dos días, la tendremos aquí, al menos, oficialmente.

CUANDO HERIDA...



CUANDO HERIDA…

Cuando herida me siento por las flores,
ejerzo la templanza de los ritos,
espero la llamada misteriosa
de mi pulso furtivo en tu corriente,
y duermo en el pretil de mi desmán
para guardar mi arpa de tus dedos.
Rechazo la lujuria de tu alud
vertical, vencedor de mi armonía.
Exilada de amor en los confines,
me duele la certeza de lo extraño.
Si conquisto los soles del invierno,
la aflicción se diluye y se marchita.

                                María Bote

HAIKUS DE LA MUJER



HAIKUS DE LA MUJER
(EN SUS EDADES))

Son las auroras
alburas de la infancia,
soles futuros.

Jazmín y rosas,
canciones y poemas:
la juventud.

Aguas y juncos,
fusión de leche y miel:
las plenitudes.

Flor sin retorno,
transparente y serena:
la madurez.

Nubes grisáceas
soslayando ternuras
en los ocasos.

Árbol frondoso
con nidales de vida:
luz de mujer.

María Bote
marzo de 2015

Con mi felicitación más sincera y sentida, para todas mis lectoras, en su mes y día.
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