QUISIERA SER ORFEBRE
QUISIERA SER ORFEBRE
Al sonido del mar, en prodigiosa noche,
escalas a mi cima con tu albor, sin reproche.
Mis ojos en la niebla persiguen tus suspiros,
con celestiales luces de nácar y zafiros.
Llegarás a mis sueños de manos de la aurora,
ceñida a mi cintura, grácil, alumbradora.
Me regalas arrullos de pájaros y flores,
los ecos de las fuentes, del iris sus colores.
Me donas poesías; en ramos de pasión
las llevo por la sangre, hasta mi corazón.
Quisiera ser orfebre, enlazarte con plata,
acariciar el brillo de tu manto escarlata.
Si de mí no te olvidas, dulce musa hechicera,
tejeré con mis versos tu gloriosa bandera.
María Bote
Al sonido del mar, en prodigiosa noche,
escalas a mi cima con tu albor, sin reproche.
Mis ojos en la niebla persiguen tus suspiros,
con celestiales luces de nácar y zafiros.
Llegarás a mis sueños de manos de la aurora,
ceñida a mi cintura, grácil, alumbradora.
Me regalas arrullos de pájaros y flores,
los ecos de las fuentes, del iris sus colores.
Me donas poesías; en ramos de pasión
las llevo por la sangre, hasta mi corazón.
Quisiera ser orfebre, enlazarte con plata,
acariciar el brillo de tu manto escarlata.
Si de mí no te olvidas, dulce musa hechicera,
tejeré con mis versos tu gloriosa bandera.
María Bote