A MIS DIFUNTOS


A MIS DIFUNTOS.

Esperadme, queridos en la vida,
los añorados seres de mi piel y mis huesos.
Os evoco y conmino para mis embelesos,
en mimbres de memorias sin medida.

Moráis en mí, con vuestra luz debida
alumbro los caminos deseando regresos.
Hoy  tejeré crespones para estampar los besos
de mi futura boca ya sin brida.

Despertad de la nada y su vertiente;
prepararéis mi arribo por los serenos lares
con reliquias de auroras.

Salid del laberinto incandescente,
prended un aderezo de preciosos collares
en mi capa de horas.

María Bote.

LUNA DE OTOÑO



LUNA DE OTOÑO

Luna, entre la hojarasca
de otoño en duermevela;
 el doliente racimo
su desgarro lamenta.

El sol empequeñece
envuelto en su tibieza
y la mañana viste
de rocío a la hierba.

El árbol se desnuda
y virgen se nos muestra.
El amor verde y dulce
amargo se recuerda.

Los ocres de la tarde,
la lluvia y sus tristezas
anegan a mi alma
de delirios y ausencias.

¡Oh tú, que me dejaste
prendido entre las cejas,
un broche de suspiros,
un cielo sin estrellas.

Un lagar de añoranzas
en tu pecho hará prenda
y en tu luna de hojas
sin quererlo, me llevas.

Ya se oscurece el tiempo,
la flor yace en la tierra                  
y gimen los cristales
con su llanto de perlas.

Eres ancestro, luna,
al alumbrar las huellas
de la melancolía,
cuando el otoño llega.

                   María Bote.

OCTUBRES



OCTUBRES

Se nos colman de octubres nuestras manos;
un enjambre de turbia ingratitud,
oprobios y perfidias en alud
nos despojan de besos ya lejanos.

La tarde, en amarillos soberanos
mientras guarda su mística el laúd.
Se nos viene la oscura finitud
y huyen presurosos los veranos.

Ya se quedan sin luces los cristales
de los ojos marchitos por la vida
y nos abandonaron los dulzores.

Los caminos se hicieron pedregales
sin anuncios de sol ni amanecida
y cargamos la cruz de sinsabores.

María Bote

HAIKUS DE OCTUBRE




HAIKUS DE OCTUBRE



Llora el olivo,

le robaron sus frutos.

oro en botella.



Caen las hojas.

Cuando menguan los días

ganan las noches.



crecen los ríos

al compás de la lluvia.

Huele a manzanas.



Sol de membrillo,

alumbras tibiamente,

ocres brillantes.



Dulces canciones

se escuchan por los campos;

duerme la vida.



Bailan las nubes

por la pista del cielo.

Luna en  espera.



María Bote

(Reposición)
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