Destello: agosto 2009

A NUESTRA TERCERA NIÑA QUE VIENE DE CAMINO

Candela de la esperanza,
tu piel, espuma de seda
ya se percibe de lejos
entre aromas de azucenas.

Candela, flor de las flores,
vienes envuelta en cendales
a jugar con tus hermanas,
alegrando nuestros lares.

Candela, traes en tus manos
la paloma de la paz,
mieles para la amargura,
cerrojo a la soledad.

María Bote

31-8-2009

JAZMINES PARA RICARD

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Estoy triste, sé que el tiempo, como siempre, mitigará la tristeza. Se nos ha ido prematura e inesperadamente, Ricard Monforte, el profesor de METÁFORAS, el Foro literario del que me enorgullezco formar parte.
Nos conocimos personalmente hace tres años, en Alicante. En un momento determinado nos sentamos los dos junto a un jazminero; yo, corté con mis manos un puñado de olorosos jazmines y se los ofrecí, de ahí, el título del poema.

JAZMINES PARA RICARD

Recuerda los jazmines de mis manos,
te guardaste su aroma entre los dedos
mientras me sonreías dulcemente
con ternura en tus ojos de misterio.

Traspasaste la orilla con premura,
persiguiendo el aroma de otras flores;
te bañas en las fuentes de lirismo,
del foro que sembraste de ilusiones.

Tejeré un tapiz con mis poemas
Y tú lo bordarás de verde y peros
en bastidor desnudo de pesares,
con hilos de sedoso terciopelo.

En celeste dosel estás prendido,
a su luz las estrellas te conminan.
En tu pulso yacente, con mi llanto,
late mi corazón, gimen las rimas.

María bote.

22-8-09

ESTABA PRECIOSA, MI NIÑA.

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ROMANCE PARA ROCÍO
(EN EL DÍA DE SU PRIMERA COMUNIÓN)

Luce mi azucena blanca
sus aromas celestiales.
Un serafín de candor
bajando de los altares.
Mariposa, por los sueños
libas en néctar y afanes.
Arco iris luminoso,
nota azul en mi discante,
flor alegre y armoniosa
en un jardín deleitable;
río impregnando de mieles
mi sayal y sus estambres.
Con nanas de primavera
me arrullas en tus ramajes;
lucero de amanecida
iluminando el estanque.

Simiente, plata y cristal,
florecida en arriates.
Hoy te brindo el corazón,
el blanco de mi equipaje.
Niña de luz y poemas,
me amparas en tus adarves;
te doy con amor los versos
en mil suspiros fugaces.
En este día, la aurora,
espejo de tus beldades;
entre el jazmín de tu cara
reposa el sol, sin alardes.
Eres palmera entre dunas,
del rocío los diamantes.
Gracias por tu voz, tu risa,
esencias de los compases…