ESPERARÉ EL MILAGRO
ESPERARÉ EL MILAGRO
Sólo tengo la tarde de mi
mundo,
un alma frente al mar que me
cautiva.
Perdidos los regalos infantiles,
siquiera la memoria nos
queda del ayer.
De mí se burla el tiempo,
me adentra en la agonía del
desnudo presagio.
En la intemperie habito, sin
techumbre,
mas con la piel Translúcida.
Los antiguos pesares, en mi
saliva moran;
escucho el crepitar de los
anhelos
y la noble esperanza,
en el vértigo azul de las
hogueras.
Esperaré el milagro…
María Bote
YA ESTOY DE VUELTA, MIS QUERIDOS AMIGOS/AS