CENDAL DE VAINICA



CENDAL DE VAINICA
    Soneto blanco

En luces ambarinas de la infancia
me amparo alguna vez con mi delirio;     
a su azogue me atraen los crepúsculos
en ese azul momento tan liviano.

Evoco las plegarias de la tarde    
sobre el blanco cendal y su vainica,
al verter mi inocencia por los sueños
en místicos arroyos de canciones.

Fui la niña precoz y transparente
engarzada en perfiles candorosos,
angustias y sonidos de trompeta.

Mis lágrimas enjuga la memoria,
todo se recompone en la ternura
ante el umbral marmóreo del ayer.

María Bote

ESTRELLAS SIN RETORNOS



ESTRELLAS SIN RETORNOS



Estoy aprisionada entre recuerdos,

tras mi reja de luz evocadora

y divaga mi mente por las dunas

buscando de la mar azules olas.



Cercada estoy por voces requeridas

y por sentir, en parte, lo que ha sido.

Las rosas me ungirán con sus perfumes

y así tendré del cielo su testigo.



Si traspaso anhelante los barrancos

y los atardeceres azarosos,

quizás pudiera ser la mariposa

libando en las estrellas sin retornos.



Allí duermen aromas de los besos

y del hogar, sus más tibios rescoldos.



     María Bote

QUISIERA SER ORFEBRE



QUISIERA SER ORFEBRE

Al sonido del mar, en prodigiosa noche,
escalas a mi cima con tu albor, sin reproche.

Mis ojos en la niebla persiguen tus suspiros,
con celestiales luces de nácar y zafiros.

Llegarás a mis sueños de manos de la aurora,
ceñida a mi cintura, grácil, alumbradora.

Me regalas arrullos de pájaros y flores,
los ecos de las fuentes, del iris sus colores.

Me donas poesías; en ramos de pasión
las llevo por la sangre, hasta mi corazón.

Quisiera ser orfebre, enlazarte con plata,
acariciar el brillo de tu manto escarlata.

Si de mí no te olvidas, dulce musa hechicera,
tejeré con mis versos tu gloriosa bandera.

                           María Bote
                                    

MADRIGAL




MADRIGAL

Yo subiría al cielo
por ver los cirros blancos de la aurora
y  buscar a la estrella alumbradora
crisol de tu mirada.
Después te cantaría mi pasión
con Laúd de ilusión.
Bebería en tu piel, de madrugada,
con la luna asombrada.
Te cubrirá mi velo
con el ímpetu dulce del anhelo.


 María Bote

LA AURORA



LA AURORA

           Desde el perfil del sueño tu sonata,
con suave resplandor, dosel de lirios.
Cesan la soledad y los martirios
cuando extiendes tu manto de escarlata.

           Arrebol de los cielos, tenue plata,
en llantos melancólicos de cirios.
La huida de la noche y sus delirios,
persigues con antigua serenata.

El tiempo se vistió de claridad,
la hierba acariciaste con tus llamas,
aurora de la vida te proclamas

cantando en los balcones tu verdad
y tiñes del albor la oscuridad
cuando esparces rocíos en las ramas.

María Bote
powered by Blogger | WordPress by Newwpthemes | Converted by BloggerTheme