TANGO



TANGO
(ENDECASÍLABO DE PIE QUEBRADO)

El tango: luz y duelo de pasiones
en desgarrada esencia;
su son hace latir los corazones
y la sensualidad pide licencia.

A su embrujo se abren los balcones
del alma y su conciencia,
en trémulos suspiros de algodones,
de las bocas desnudas de inocencia.

A su ritmo se escapan los sermones,
la piel hace presencia
tras la caricia leve de crespones.
Y la sangre que fluye con urgencia.


María Bote.
29 – 11 - 2014

Este poema se lo dedico, con todo mi corazón, a mis seguidores, amigas y amigos argentinos con mi abrazo más cariñoso.

   No tuve tiempo de hacerlo cuando SINDEL lo propuso como palabra, por eso, especialmente para ella.

LA CARENCIA DE LUCES



LA CARENCIA DE LUCES

Al avanzar los años,
el miedo te sostiene a su merced.
Sentada en tu interior,
contemplas a los árboles desnudos
y te sientes la hoja
batida por la lluvia de las lágrimas;
mientras giran los sueños sin avanzar un ápice.

Del nacer a la muerte,
la memoria se gesta
en los aconteceres prodigiosos,
y estás ante el silencio
como estatua esculpida por las horas,
en la más absoluta soledad.

Resistes la carencia de las luces
mientras que te antecede
la infinita distancia del principio
y tienes por delante
la fiel arquitectura del minuto
perenne y trasnochado,
donde dibujarás la inexistencia.

María Bote

MÚSICA

En este día de la música, quiero felicitar a todos los que la ejercen y la aman, muchos de ellos, familiares míos.



MÚSICA
                    (COPLA CASTELLANA)

Las notas en armonías,
danzando por los discantes
en tenues vuelos sonantes,
componen sus melodías.
Los repiques de campanas,
el trinar de pajarillos,
cantares de los chiquillos
y tonos de las mañanas.

A la luna canta el río
meciéndola en su regazo.
Plata y cristal, un abrazo,
un nocturno desvarío.
Conciertos por la floresta,
en el lago y sus orillas,
batutas de maravillas
dirigen prontas la orquesta.

Al periplo de los sueños
acompañan las canciones;
música en los corazones
al compás de los empeños.
Adagios y cavatinas,
coplas de azabache y miel;
fragancias  de algún clavel
en las fuentes cantarinas.

Los laúdes cadenciosos,
cítaras enamoradas
y sus preciosas tonadas
sin afanes pretenciosos,   
prestan lírica y latido
a mágicas sensaciones;
las vibrantes emociones
visten de lujo al oído.

La música matutina,
suena irisando las flores;
apoteosis de olores,
en su clave vespertina.
A la lluvia, son regala
con la brisa tempranera,
adornan la primavera
los doseles de su escala.

La dulce canción del viento
ronda por los encinares,
los sonidos de los mares
envuelven con su portento.
Su voz deja en los confines
sonatas de caracolas;
cabalgando por las olas,
con su baile, los delfines.

Música en cielos y tierra,
por la mar y los canchales,
en la bonanza y los males,
por los prados y la sierra.
Adioses y bienvenidas,
de música son vestidos
y las penas, en olvidos
si el tempo mueve las vidas.

                  María Bote

ROMANCILLO ECOLÓGICO



ROMANCILLO ECOLÓGICO

Ya no silba el río
su canción mojada.
Es lento su curso,
sin voz ni esperanza.
Colillas y plásticos
hirieron sus aguas;
oscuras corrientes
sin luz de mañanas.
El río, llorando,
sus pesares canta.
Sus orillas pueblan
basuras amargas.
¿Adónde las aves
que lo acompañaban?
presas en la espuma
hedionda y malsana.
Su ribera añora
las floridas ramas
de los abedules,
en las noches blancas.
Se quedó desnudo,
en su caminata,
del manto de estrellas
con peces y algas.
Ya no silba el río
su canción mojada
                      ni será el espejo
de rayos de plata,
en la negra noche
de las sombras largas.
Gime su anchuroso
corazón de barca
y en cuencos de luna
vacía sus lágrimas.
Del río me duele,
su tristeza blanda…

María Bote
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