NOCHE DE SAN JUAN

Pido perdón a mis seguidores del blog por tener este bastante abandonado ultimamente y también mis visitas a ellos, pero llevamos una larga temporada de médicos mi esposo y yo y me han faltado, tiempo y, a veces, hasta ganas. Pero bueno, al parecer, todo, aunque sea lentamente, se va resolviendo de forma favorable. 
   Con este homenaje a la mágica próxima NOCHE DE SAN JUAN. me despido hasta septiembre deseandoos a todos, seguidores y amigos, lo mejor de lo mejor. y el más feliz de los veranos. Si me es posible, entraré alguna vez, mas de forma esporádica, pues ahora, a primeros de mes nos vamos de Balneario. Un abrazo muy grande y cariñoso para todos.






NOCHE DE SAN JUAN

Breve y mágica noche,
con esencias del fuego y el latido.
Esperanza y solsticio
alumbran los ansiosos corazones,
desde arcanos fervores.
Misteriosas ofrendas en los ritos
y la aguas danzando en sus abismos
dan hora a los relojes.

Sueña la madrugada
con las brujas, la fe de sus rituales,
el tiempo y su medida;
compiten los abrazos y las risas
y el cantar de los mares
se funde con el son de las campanas.

María Bote


A LA MADRE

Con mi felicitación para todas las MADRES.





A LA MADRE

Con amor confecciona su bandera,
es motín de ternura acrisolada.
Con la luz de la entrega en su mirada,
de arrullo y balbuceos prisionera.

Siempre con la caricia en su chistera
y de la piel del hijo enamorada;
es de llantos y risas la morada,
de insomnios y desvelos pregonera.

Es la madre rosario de agonías,
pintora de los soles en nublados
lienzos de los pesares y el desvío.

Yo quisiera ofrecerle en poesía,
gratitud y cariños añorados,
al maternal empeño y su atavío.

María Bote

TRANSITA


TRANSITA

Transita  por mis venas,
por que anide el calor sobre mi pecho
y saciará tu luz mi sed de claridades.
Arropa mi esperanza,
arropa mi ilusión,
arropa la ternura.

Transita mis colmenas
y libarás las mieles de mi lecho
si acallas el rugir de antiguas tempestades.
Arropa mi templanza,
arropa al corazón,
arropa la hermosura.

Transita por mis penas
y destruye al agónico despecho
al impedir el paso al dios de las maldades.
Arropa la semblanza,
arropa mi canción,
arropa la tristura.

María Bote

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