HERIDAS DE GUERRA


HERIDAS DE GUERRA
(SONETO SKPERIANO)


Enseñaré mis heridas de guerra
ahora que la calma se avecina
y los agrestes ecos de la sierra
quisieran despojarme de la espina.

Para mecer la luz de tus pestañas,
un día fui la cuna de tus ojos,
eran mis dedos tiernas espadañas
alegrando el dintel de tus antojos.

Hoy digo adiós sin voz y sin alarde,
me alejo por las horas lentamente,
de lágrimas de ayer siembro la tarde,
encamino mis pasos al poniente.

De júbilo toda la tierra arde,
y yo voy como río sin corriente…

María Bote

MÚSICA


En homenaje a mis padres, abuelos, hermano, tíos primos, sobrinos...

Fueron y son, excelentes músicos y cantantes.


MÚSICA
(COPLA CASTELLANA)

Las notas en armonías,
danzando por los discantes
en tenues vuelos sonantes,
componen sus melodías.
Los repiques de campanas,
el trinar de pajarillos,
cantares de los chiquillos
y tonos de las mañanas.

A la luna canta el río
meciéndola en su regazo.
Plata y cristal, un abrazo,
un nocturno desvarío.
Conciertos por la floresta,
en el lago y sus orillas,
batutas de maravillas
dirigen prontas la orquesta.

Al periplo de los sueños
acompañan las canciones;
música en los corazones
al compás de los empeños.
Adagios y cavatinas,
coplas de azabache y miel;
fragancias de algún clavel
en las fuentes cantarinas.

Los laúdes cadenciosos,
cítaras enamoradas
y sus preciosas tonadas
sin afanes pretenciosos,
prestan lírica y latido
a mágicas sensaciones;
las vibrantes emociones
visten de lujo al oído.

La música matutina,
suena irisando las flores;
apoteosis de olores,
en su clave vespertina.
A la lluvia, son regala
con la brisa tempranera,
adornan la primavera
los doseles de su escala.

La dulce canción del viento
ronda por los encinares,
los sonidos de los mares
envuelven con su portento.
Su voz deja en los confines
sonatas de caracolas;
cabalgando por las olas,
con su baile, los delfines.

Música en cielos y tierra,
por la mar y los canchales,
en la bonanza y los males,
por los prados y la sierra.
Adioses y bienvenidas,
de música son vestidos
y las penas, en olvidos
si el tempo mueve las vidas.

María Bote

EL POEMA ME ENVUELVE


EL POEMA ME ENVUELVE
(VERSOS CONCATENADOS)

Si tú vienes a mí con ilusión,
ilusión siembro yo por los caminos,
caminos portadores de tristezas,
tristezas, manantíos de pesares,
pesares por amores que terminan.
Terminan las ternuras en los labios,
labios, nidos del beso incandescente,
incandescente enjambre por mi cuerpo,
cuerpo en amanecer de las violetas,
violetas que yo envío a tus moradas,
moradas sin censura de las luces.

El poema me envuelve, me ilumina,
es sol que se despide de las sombras
y viste mis senderos de esperanzas
descansando en mi piedra, complacido.


María Bote

DE LA VIDA Y SUS COSAS


DE LA VIDA Y SUS COSAS

Río y lloro por la vida,
por la vida y por sus cosas,
me pongo un sombrero azul
para buscar mariposas
sobre la ambarina miel,
con sus luces candorosas.

Paseo por los caminos,
oigo el canto de las rosas
con el milagroso acento
de las tardes prodigiosas.
Las purpúreas tristezas
de batallas azarosas,
llorando como las nubes
en las noches tormentosas.

Atavío mi equipaje
mientras miradas golosas
me lamen, como a las flores
las abejas hacendosas.

Hoy, me río de la vida,
también lloro por sus cosas.

María Bote

LA MUJER PÁJARO



LA MUJER PÁJARO
(Relato fabuloso)

La mujer pájaro volaba a tal altura que,
en lugar de ir de rama en rama, iba de estrella en estrella.
De pronto, un día, sintió unos irrefrenables deseos de concebir, de tener un hijo; mas se preguntaba ¿ quién podría ser el padre en este elevado lugar?
Una mañana, al amanecer y sentir la caricia suave de los primeros rayos del sol, se dijo: ¿cómo no se me ocurrió antes? le pediré al sol que me cubra y engendraremos un hijo. Será una criatura sublime y maravillosa.
La mujer pájaro tejió un nido de iris sobre el lucero del alba y allí (después de que el Sol accediera gustoso a sus requerimientos) estuvo 21 días dando calor a su única puesta: un huevo, enorme, dorado y centelleante.
Al término del ciclo de incubación, apareció una criatura sorprendente, era hembra, la más brillante y alada de todos los tiempos, plena de gracia y de luz. La mujer pájaro y el sol la miraban embelesados ¿Qué nombre le pondremos? preguntábanse. Ya sé, dijo la mujer pájaro, no podría ser de otra manera, la llamaremos IMAGINACIÓN.

Y así, desde entonces, alada y brillante, visita las mentes de los seres humanos.

María Bote

EN EL TRASLUZ


EN EL TRASLUZ
(COPLAS AL ESTILO DE JUAN DE MENA)

En el trasluz, los lutos y las glorias,
el peso de la tarde, sus alijos,
sin tregua van mermando los cobijos.
En las aladas nubes: las memorias,
los asuntos fugaces, las historias.
La flor unce de arrobo la esperanza,
conspira eternamente su bonanza
en el sutil acento de las norias.

En la niebla, ya trina el gorrión,
anuncio del anhelo penitente.
Audacia en el latido persistente,
golpeando el cristal del corazón.
Prendida en su dintel la desazón.
Los consuelos, ofrendas venturosas,
conciben los colores de las rosas
en tálamos de luz y de pasión

María Bote

CUANDO


CUANDO
(séptimas)

Cuando tu voz es anhelo
en collares de pasión,
gravita mi corazón
en tu abrazo sin templanza,
ofrenda de la esperanza.
Dame el sol de tus caricias;
de tu boca, las delicias.

Cuando la encendida luna
baña de luz mi quimera,
me dona la primavera
donde germinan los sueños,
los afanes, los empeños.
En tu amor, las avaricias;
de tu boca, las delicias.

Cuando nos llega la aurora
suspendida de su llama,
mi piel tu perfil reclama
en tan dulce firmamento,
a la espera del momento
de gozar de tus primicias,
de tu boca, las delicias.

María Bote

LUZ ARREBATADA


Los pájaros acuden
a la hondura del limo,
a la tarde concisa
de luz arrebatada.
Los misterios, la tierra
se ofrecen rutilantes
y los ríos sonoros
acarician la flora.

María Bote
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